Article publicat al diari "El Mundo", signat per Antonio Burgos, l'1 de novembre de 1998.
No sé si Pujol pasará a la Historia de España, pero a la Enciclopedia Catalana de la Cultura Española, desde luego. Tampoco sé si en el palacio de la plaza de San Jaime hay galería de retratos de presidentes de la Generalidad. Ni importa. Los españoles tenemos en la memoria visual el mejor retrato de Pujol, el que le hizo Albert Boadella. Ese Atlas tamaño cadete que sostiene en sus espaldas la pesada bola del mundo. Pujol está en la Historia del Teatro y ahora, en la Historia de la Canción. Luis Llach ha grabado una obra maestra sobre Pujol. En concreto, sobre el chófer de Pujol: "L´Estanislau anant a Palau". El monólogo de Pujol con su chófer no lo mejora ni Shakespeare con la calavera de Hamlet: "Fa calor enmig de la gent,/peró a Palau tenim la fresca del talent..."
Como suele ocurrir con Cataluña, el hecho diferencial de la canción del chófer de Pujol producirá el clásico agravio comparativo en las otras autonomías. Bono querrá que le escriban unas jotas manchegas a su chófer, no va a ser menos que Estanis. Gallardón querrá un chotis de Olga Ramos a su chófer. Chaves pedirá a sus cantaores de plantilla que monten un cuadro flamenco por bulerías sobre su chófer. Pero esas obras de teatro, esas canciones, nos demuestran que en Cataluña hay una resistencia civil a la Cultura del Pesebre que el resto no existe. Boadella y Llach demuestran que pesebre, en Cataluña, es sólo el belén, el nacimiento. Que hay artistas no sometidos al pesebre. El día que Miguel Bosé cante un rock sobre el chofer de Aznar empezaré a creer que aquí hay una cultura no domeñada por las subvenciones y creadores no amarrados a la estaca de TVE.
No sé si Pujol pasará a la Historia de España, pero a la Enciclopedia Catalana de la Cultura Española, desde luego. Tampoco sé si en el palacio de la plaza de San Jaime hay galería de retratos de presidentes de la Generalidad. Ni importa. Los españoles tenemos en la memoria visual el mejor retrato de Pujol, el que le hizo Albert Boadella. Ese Atlas tamaño cadete que sostiene en sus espaldas la pesada bola del mundo. Pujol está en la Historia del Teatro y ahora, en la Historia de la Canción. Luis Llach ha grabado una obra maestra sobre Pujol. En concreto, sobre el chófer de Pujol: "L´Estanislau anant a Palau". El monólogo de Pujol con su chófer no lo mejora ni Shakespeare con la calavera de Hamlet: "Fa calor enmig de la gent,/peró a Palau tenim la fresca del talent..."
Como suele ocurrir con Cataluña, el hecho diferencial de la canción del chófer de Pujol producirá el clásico agravio comparativo en las otras autonomías. Bono querrá que le escriban unas jotas manchegas a su chófer, no va a ser menos que Estanis. Gallardón querrá un chotis de Olga Ramos a su chófer. Chaves pedirá a sus cantaores de plantilla que monten un cuadro flamenco por bulerías sobre su chófer. Pero esas obras de teatro, esas canciones, nos demuestran que en Cataluña hay una resistencia civil a la Cultura del Pesebre que el resto no existe. Boadella y Llach demuestran que pesebre, en Cataluña, es sólo el belén, el nacimiento. Que hay artistas no sometidos al pesebre. El día que Miguel Bosé cante un rock sobre el chofer de Aznar empezaré a creer que aquí hay una cultura no domeñada por las subvenciones y creadores no amarrados a la estaca de TVE.
1 comentari:
Gràcies per l'article, no l'havia llegit.Endavant, miner, espero que no et cansis de fer el blog. Per mi es un plaer llegir-lo.
dolors
Publica un comentari a l'entrada